El Blog Salmón, blog dedicado al mundo de la economía y la empresa, analizan en profundidad las razones del bajo coste de algunas compañías aéreas.
Agregan argumentos a un listado de motivos original por los cuales un billete de avión de una low-cost cuesta más barato que uno de otra aerolínea a cambio de eliminar o bajar la calidad de muchos de los servicios que ofrecen las compañías tradicionales.
Ver aquí todas las razones que dan, a las que añadimos:
Horarios: suelen volar a horas poco demandadas que no son las más cómodas para los viajeros.
Penalización por exceso de equipaje: los límites de peso son muy bajos, por eso recuperan facturando los kilos extra.
Facturación de servicios extra: los pasajeros deben pagar por cualquier servicio considerado “adicional”.
Multi-tasking de los empleados: el personal que realiza múltiples tareas no es personal especializado y por ende menos remunerado.
Uniforme del personal: mientras las grandes compañías contrata diseñadores reconocidos para confeccionar el vestuario, Easyjet, por ejemplo, abre un concurso de diseño entre sus propios empleados y le paga con un “modesto” premio al ganador.
A veces los precios de las compañías tradicionales son muy competitivos con respecto a las low-cost. A lo mejor pagando tan sólo 20 o 30 euros más viajamos a una hora razonable, nos atienden mejor y tenemos un vuelo más tranquilo.
En última instancia el ahorro repercute tanto en nuestra comodidad como en nuestra seguridad.
Nota: en el artículo original, hay un error, el modelo de avión no es A380, sino A320.
Agregan argumentos a un listado de motivos original por los cuales un billete de avión de una low-cost cuesta más barato que uno de otra aerolínea a cambio de eliminar o bajar la calidad de muchos de los servicios que ofrecen las compañías tradicionales.
Ver aquí todas las razones que dan, a las que añadimos:
Horarios: suelen volar a horas poco demandadas que no son las más cómodas para los viajeros.
Penalización por exceso de equipaje: los límites de peso son muy bajos, por eso recuperan facturando los kilos extra.
Facturación de servicios extra: los pasajeros deben pagar por cualquier servicio considerado “adicional”.
Multi-tasking de los empleados: el personal que realiza múltiples tareas no es personal especializado y por ende menos remunerado.
Uniforme del personal: mientras las grandes compañías contrata diseñadores reconocidos para confeccionar el vestuario, Easyjet, por ejemplo, abre un concurso de diseño entre sus propios empleados y le paga con un “modesto” premio al ganador.
A veces los precios de las compañías tradicionales son muy competitivos con respecto a las low-cost. A lo mejor pagando tan sólo 20 o 30 euros más viajamos a una hora razonable, nos atienden mejor y tenemos un vuelo más tranquilo.
En última instancia el ahorro repercute tanto en nuestra comodidad como en nuestra seguridad.
Nota: en el artículo original, hay un error, el modelo de avión no es A380, sino A320.
Viñeta Forges-El País
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